domingo, 2 de agosto de 2015

Abriles

Hace mucho que no escribo y han pasado tantas cosas,  pero ahora cuando vuelvo a éste lugar espacio,  es justo cuando todo está nuevamente como antes.
Conocí a un hombre; antes descrito por acá y me enamoré con el alma, el orgullo, el cuerpo y el corazón. Le dije que no me amara, pero también se enamoró;  me dijo que estaba prohibido, pero yo no lo solté de mi; le dije que mejor nos separaramos y él soltó, pero no a mi, sino sus cadenas y se quedó y aguantamos los malos tratos,  las malas caras y los decires de nuestro amor, bebimos las felicitaciones,  nos amamos como quien suelta a un encerrado,  pero falso es que él amor todo lo puede y la crisis no tardó en llevarse la cordura y el mismisimo amor.
Hoy tú no me extrañas ni despiertas pensando en mi como aquellos días de añoranza y esperanza. Hoy yo tomo pastillas para no soñar,  para lo frágil de la locura y para entrar al mundo de la gente que habla sola y seguir el mismo repertorio musical.
Acá el tiempo se detuvo, la historia se cayó y calló.