Amerita decirlo

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Reflexión del día
P'ta que se sufre cuando te dejan o decides estar sola o cuando se está soltera y no encuentras al compañero -alias príncipe azul, mino ideal- para realizar panoramas, viajes o simples arrumacos y sin mencionar la peor parte: los Domingos. La sensación es como de que te metieron un balazo en el pecho y que andas con un perforado que se siente hasta los pies y que nada puede ser igual y dramáticamente en esos momentos en que no tienes nada que hacer empiezas a pensar en tu vida triste y solitaria, en la necesidad de adoptar un gato, de buscar otra pega, de irte de ciudad, de cambiarte de carrera y un montón de sandeces.
Pero lo curioso de la curiosidad misma es que llega ese momento en que sin darte cuenta ya no piensas en ello y ocupas tu mente y de un momento caminar sola no es terrible, adoptaste la costumbre de trotar en la noche, las tardes nubladas o de frío invierno te incitan a tomar café comiendo chocolate de manera grotesca sin importar nada, las pilsen con los amigos en el puente/cuneta/plaza vuelven a ser un panorama habitual y vez como llegan oportunidades de cosas que antes no habías visto y al final, son tus amigos quienes más se preocupan de si una está sola y esconden los cuchillos de la cocina, en fin.
Todo esto es solo porque he llegado una vez más a la conclusión de que la mente es una huea' muy rara y hay que tenerle respeto, jamás se pueden cerrar a las posibilidades y nunca tomen una decisión cuando hay sentimientos encontrados, y nunca digan: "yo no me vuelvo a comer a ese weón" o "yo no vuelvo más con él" o "no podría vivir con otro", porque puede que no sea decisión de ustedes o que la pasión y la carne decidan otra cosa.

Hay que quedarse piola y vivirla, así no más. Hay tanta cosa que hacer por una sociedad mejor y más justa que quien ocupe las sábanas el día de mañana es de un cuanto hay...