domingo, 18 de septiembre de 2011

Silenciosamente cobarde


Pues no creo que este sea el lugar ni la hora, pero lo necesito.

Tu historia es feliz, a pesar de los años duros en los que viviste, a pesar de las adversidades siempre has tenido suerte y tu esfuerzo ha permitido que todo lo que te propones lo cumplas con excelencia y astucia.
Eres bonita, demasiado inteligente y muy precavida, aunque los más cercanos te digamos que eres despistada siempre sabes que cosa va en que lugar, sabes manejar situaciones y salir victoriosa e imperante; tu menuda estatura no implica que tus fortalezas no salgan a flote y siempre vas a verte imponente y seria frente a quien lo desees.
Tienes una coraza que nunca han visto derribar, porque ni las lágrimas son símbolo de eso, eres leal a tus convicciones, ni lo peor pudo alejarte de tu ideal aunque eso significase exponer a tu familia, nunca importo ni importa nada hasta hoy.
Eso es un poco de lo que veo de ti y que sirve para entender  por qué nos tratas así.
Estas convencida de que tus apreciaciones y creencias son las correctas y reflejaste eso en nosotros, nos entregas todo cuanto tienes, nunca nos faltará algo, aunque de eso dependa tener deudas; pero dentro de tus decisiones hay una, una sola, que marcó la vida de quienes aún seguimos a tu lado, una que nos separó del mundo, una que hoy te pasa la cuenta; aunque sigas creyendo que esta bien, te está matando por dentro.
Hay un complejo concepto que nunca quisiste desarrollar en nosotros, por miedo a que fuesemos débiles, pero mayoritariamente para que no generásemos un obstáculo en tu que hacer habitual, este es el afecto...
Ahora la crítica destructiva:
Yo no sé en que universo paralelo alguien puede ser tan ruín de anteponer su bienestar al de sus hijos, entregar amor y cariño es la base fundamental de la relación de una familia y no intentar años y años rellenar ese espacio con viajes, regalos y bonitas historias.
Teníamos derecho a un abrazo, teníamos derecho a un tierno cobijo, teníamos derecho a un beso y a llorar en tu regazo: pero tú no podías aceptarlo, no podías dejar que nos volvieramos sujetos dependientes del amor y quitaste todo tipo de atención al respecto, la negaste como cual gobierno le niega el ingreso a la universidad a un joven, fuíste y eres terrible, intransigente y cerrada.
Nos alejamos, nos metimos en nuestro cubículos, lloramos entre nosotros y aprendímos a odiar con el alma.
A medida que pasan los años sólo podría describirme a mi y no hacer jucio de los otros, porque nunca tendría la ciencia cierta, pero si tengo claro que tu cariño nunca lo pude suplir con viajes, ni regalos, ni bonitas historias; nunca entendí por qué el resto si lo tenía y yo no y quise siempre ser como el resto, canalizando toda esa falta de apego a los amigos, me enfada pensar que sería tan distinta si te hubieses dado el tiempo, me atormenta saber que a cualquier pequeño o pequeña puedo traspasarle tu mala maña y volverlos tan triste como yo.
No eres tonta y sabes que es un error, por favor, deja de torturar y no le quites a tu familia lo nada que tiene de familia, nos hicistes parientes del mundo, pero no tuyo, no intentes negarnos otra cosa fundamental.
Aún así, siempre diré que eres perfecta, es un pacto para vivir...



["Que no te sorprenda llorando, Emilia, que no te convenza llorando" Emilia  Silvio Rodríguez]

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