Él dijo que yo me iba a quedar sola, que las puertas se cerrarían ante mi y con cara de ganador se fue a dormir. Yo miré hacia el pasillo, enfurecí, quise gritar y después pensé que significaba estar solo: Fuí a mi escritorio saqué un plumón rojo y escribí en una hoja de cuaderno mediana: "Por aquí se evitan los conflictos. No estamos ni ahí con solucionarlos. Gracias"

Todavía estoy pensando en que cosas pasan por su cabeza al momento de hablar, hoy veo sus ojos sombríos e irritados paseándose por la casa, mañana los veré fijos y el Jueves entristecidos. El Viernes querrá conversar conmigo...