Un dulce desafío: ¿Cómo usted le daría a la bola nº 2? (Si no sabe es la azul) |
Siempre me negué, ante la creencía popular, a admitir que los sábados me han sabido a fomedad siempre. Dirá usted que estoy loca, pero más que eso, es que soy muy seriota.
Dentro del catálogo de mi carrete/malón/rumbasambamambo el que más me agrada es el del día Viernes, ese que de verdad te quita toda la asquerosa carga de la semana; claro, si fuese sólo estudiante, preferiría dormir el Viernes y carretearme el sábado, pero cuando una le lleva el trabajo éste se transforma en el mejor día para despercudir el cuerpo, ya que uno se arranca con los pares de la pega, con los amigos que estan en situación laboral al igual que uno, o en su defecto muy perfecto, encontrarse con alguien en la micro o metro cuando vas de vuelta a la baticueva. Además, a eso puedo sumarle que hace poquito más de un año mis Viernes se han visto solventado por una frase muy particular: "Sácate una mesita", de buenas a primeras, para que mentir, esta me tomó como una inexperta total, me sudaban las manos tanto que resbalaban de ellas esa herramienta larga y punteaguda que le da movimiento al juego, a medida que pasaron un Viernes, trás otro, trás otro, mis ojos comenzaron a ver ángulos en todas partes, en cada esquina: rectos, obtusos o simplemente extendidos, pero ahí estaban indicándome que si no se puede a una banda será o dos o incluso tres, nunca había explorado tantas posibilidades con tan pocos segundos para tomar una decisión.
Todo va bien, soy una mujer con decisión, sé lo que quiero, sé como obtenerlo
Hoy en día...
Lo siento, pensar en esas mesas no me dejan acabar, lisas y rápidas mesas, sensuales y quemadas mesas...
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[Suena: Lacrimosa Wolfgan Amadé Mozart ]
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